La vida es un juego de disparos, la portería al frente, honda en mano. Incluso si el objetivo, como los torrentes parecidos a zombies que se aproximan, es irresistible para controlar la dirección y la fuerza, puede golpearlo. Los soldados de los frijoles se han convertido en el protagonista masculino, protegen a Kwai Miss. ¡Entonces, dispárenlo!
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